domingo, 23 de mayo de 2010

La sequía de 1919


“La pertinaz sequía que se nos presentó ha venido a aumentar en sumo grado, la penuria que hoy nos agobia… A principios de Mayo los depósitos particulares casi todos estaban agotados, los escasos manantiales están ya casi secos y no suministran el agua suficiente para el abasto público; a causa de la mala administración...
 De todos los pueblos, la mayor parte de sus habitantes han abandonado sus casas; unos se han ido al Puerto de La Estaca a recojer las aguas que traen de correos interinsulares; otros al Pozo del "Agua Nueva" en el Valle del Golfo, otros al de Timijiraque en el pago de Azofa; y las del Pinar acudimos con gran sacrificio a los llamados pozos de la Ballena; dos que radican en la ribera del mar en una escabrosa playa que tiene por entrada un risco bastante peligroso, el que se entra por estrecha y penosas veredas.
Todos los días se aglomeran en las inmediaciones de dichos pozos de trescientas a cuatrocientas personas a recojer el agua, que es algo salobre, y que algunas personas no se avienen a beberla. Los pobres animalitos no pueden soportar la conducción de agua de los pozos ya mencionados, al pueblo; van a morir de hambre y de sed".
El Herreño, Número 2, 30 de septiembre de 1.919 (Fuente: Baudilio Navarro)


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